

Inspeccionamos el estado exterior del vehículo: pintura, golpes, abolladuras, corrosión, arañazos y estado general de los paneles. También revisamos ajustes y posibles señales de reparación o repintado.
Inspeccionamos el estado general de los neumáticos: profundidad del dibujo, desgaste irregular, presión, posibles grietas y fecha de fabricación. También valoramos si el tipo y marca coinciden entre ejes y si están dentro de los márgenes legales y de seguridad.
Comprobamos visualmente el estado de los discos y pastillas de freno, buscando signos de desgaste excesivo o irregular. También valoramos posibles ruidos al frenar, la firmeza del pedal y cualquier vibración o anomalía en una frenada simple.
Probamos la firmeza de la suspensión, su respuesta ante presiones manuales y posibles ruidos al mover el coche. También valoramos la altura del vehículo y el estado visual de los amortiguadores y componentes visibles.
Revisamos el cuadro de instrumentos al encender el vehículo: testigos que se encienden, se apagan o permanecen activos. Verificamos que todas las luces de control funcionen correctamente y no haya alertas activas.
Comprobamos que funcionen correctamente elementos como elevalunas, cierre centralizado, aire acondicionado, calefacción, iluminación interior, retrovisores eléctricos y demás funciones habituales del interior. A demás de comprobar el estado de la tapicería en comparación con el kilometraje.
En esta revisión comprobamos el correcto funcionamiento de todo el sistema de alumbrado del vehículo: luces cortas, largas, intermitentes, freno, marcha atrás y antinieblas. Verificamos también que no haya bombillas fundidas, fallos de conexión o intensidad anormal, asegurando visibilidad y cumplimiento con la normativa.
También escuchamos el motor en marcha para detectar ruidos fuera de lo normal que puedan alertar sobre fallos mecánicos.
En esta parte de la revisión inspeccionamos el vehículo en busca de fugas visibles de aceite, refrigerante, líquido de frenos o dirección. También observamos el estado de las juntas, manguitos y posibles restos acumulados que indiquen pérdidas recientes. Una revisión clave para anticipar averías costosas.
En este vídeo revisamos los niveles más importantes de cualquier vehículo.
Desde el aceite del motor hasta el refrigerante, pasando por el líquido de frenos y los distintos filtros (aire, habitáculo, combustible...).